El proceso de elaboración de un azulejo

Los azulejos cerámicos en Málaga son elementos muy apreciados para las construcciones en general, pues permiten que los espacios luzcan perfectos y, bien tratados, gozan de una larguísima vida. A continuación detallaremos los pasos que, desde antiguo, han venido siendo necesarios para obtener estos productos.

En un primer momento, es necesario hacer la selección de la pasta que mejor se adapte al resultado que pretendemos lograr y, para ello, habremos de eliminar de la arcilla aquellas partículas que, por su superior grosor, resulten menos adecuadas, limpiar otras impurezas que podamos encontrar y moler o machacar la materia prima.

A continuación llega la hora de la transformación de la materia prima en masa por medio de la combinación de la arcilla machacada con agua. Tras esto, llevaremos a cabo la técnica del raspado laminado sobre la masa, con lo que conseguiremos su homogeneización y, más tarde, procederemos al moldeo de la pasta, que puede ser tanto manual o semimanual como por prensa o por colada. Del empleo de uno u otro sistema resultarán azulejos cerámicos en Málaga más o menos artesanales y únicos o más o menos estandarizados y genéricos.

Una vez moldeado el azulejo, efectuaremos el secado de la pieza de forma progresiva para que no se parta ni se debilite. Cada una de las unidades que hayan sido secadas irán a parar, finalmente, al horno, de donde sacaremos el producto terminado y listo para su posterior decoración y pintado. La selección del horno no es tampoco cuestión baladí, pues, por ejemplo, a partir del empleo de un horno de tipo discontinuo obtendremos piezas más artesanales que con los denominados "hornos continuos", caracterizados por tener en todo momento una temperatura apta para la cocción.

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